Literatura medieval (siglos V-XV)
Europa
Después de la caída de Roma (en 476), muchos de los
acercamientos y de los estilos literarios inventados por los griegos y romanos
dejaron de usarse en Europa hasta el renacimiento florentino. La cultura y el
arte medieval se centraron más en la religión, en parte porque los trabajos
griegos no habían sido preservados. Hubo pocas innovaciones, las concernientes
a literatura se agrupan tradicionalmente en Materia de Roma, Materia de Francia
y Materia de Gran Bretaña.
El Islam se difundió en Asia y África, preservando
las obras griegas y basándose en ellas para nuevos desarrollos literarios.
Aunque se había perdido mucho por el paso del tiempo y las catástrofes (como la
de la biblioteca de Alejandría), numerosos trabajos griegos fueron preservados
y copiados cuidadosamente por los escribas musulmanes.
Literatura latina
Entre los textos europeos tempranos fueron
frecuentes las hagiografías o las «vidas de los santos». La obra de Beda
—Historia ecclesiastica gentis Anglorum— y otras continúan la tradición
histórica basada en la fe comenzada por Eusebio de Cesarea alrededor del año
300.
La dramaturgia cesó a excepción de los Misterios y
de las representaciones de la Pasión (Viacrucis), que se centraron en difundir
y consolidar la creencia cristiana entre el pueblo. Alrededor del año 400, con
la Psychomachia de Prudencio, comenzó la tradición de los cuentos alegóricos,
tan socorrida en la literatura medieval.
Godofredo de Monmouth escribió su Historia Regum
Britanniæ (Historia de los reyes de Bretaña), que presentó como hechos reales
de la historia de Gran Bretaña.Entre ellas están las de Merlín el mago y el rey
Arturo.
El interés de los musulmanes por preservar los
escritos filosóficos y científicos griegos llegaría a afectar la escritura en
Europa; por ejemplo, la obra del célebre teólogo Tomás de Aquino tiene fuerte
influencia aristotélica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario