Existía
un lugar llamado “AkfmeTopia”, en el cual habitaba Zapato; quien se dedicaba a la guerra. Su camuflaje era muy llamativo;
por ende, provocaba revuelo entre los habitantes del lugar. Eran tiempos difíciles, había mucho
trabajo y mal tiempo, lo que le genero
un olor insoportable a Zapato.
Como
todos los años, el concurso de talentos se avecinaba. Todos los habitantes de
este alegre lugar se reunían para
participar en este famoso concurso, entre ellos se encontraban Lápiz, Goma y Sacapuntas;
amigos inseparables, por otra parte Oreja, famosa por ser muy sabio, se encontraba
entre la multitud meditando. Todos se destacaban en diversos campos, Sacapuntas
y Lápiz eran llamados los súper hermanos, debido a la forma en la que se
complementaban al dibujar. Goma; por su parte, era muy bueno edificando
estructuras, era también conocido como arquitecto. Oreja prestaba atención a todo lo que escuchaba; por ende, solía analizar la información que obtenía.
Zapato
decidió participar en el concurso, pero al entrar, todos le miraron con
desagrado debido a su pestilencia. Al terminar el show, el Zapato decidió subir
al escenario pero no se lo permitieron. Zapato indignado decide retirarse y en
ese preciso instante, mientras se acercaba a la salida, Oreja exclamó:
– ¡Alto Zapato! tú tienes el mismo derecho que todos aquí de participar.
– No te preocupes, respondió Zapato.
– ¡Alto Zapato! tú tienes el mismo derecho que todos aquí de participar.
– No te preocupes, respondió Zapato.
En
ese instante, Oreja escucho algo espeluznante acercarse a la distancia. Era el
monstruoso Gato, que corría a gran velocidad tras Ratón.
Zapato, por inercia se puso al frente de todos, estaba bien entrenado, todo a causa de la guerras en las que participó.
- Permanezcan detrás de mí, grito Zapato
En coro respondieron – ¡Nunca! No soportamos tu pestilencia.
Zapato, por inercia se puso al frente de todos, estaba bien entrenado, todo a causa de la guerras en las que participó.
- Permanezcan detrás de mí, grito Zapato
En coro respondieron – ¡Nunca! No soportamos tu pestilencia.
Oreja,
quien presentía el peligro, se protegió detrás
de Zapato, justo como el le había indicado. Todos en el lugar fueron arroyados por
Gato.
Sonriendo Oreja le agradeció a Zapato.
Zapato algo sorprendido le preguntó a Oreja:
– ¿Por qué decidiste esconderte detrás de mí? ¡Apesto!
Sonriendo Oreja le agradeció a Zapato.
Zapato algo sorprendido le preguntó a Oreja:
– ¿Por qué decidiste esconderte detrás de mí? ¡Apesto!
Autores: Grupo 1EB113
Profesora: Zoribell Salcedo
Tiempo record 15 minutos para inventarlo!!
ResponderEliminarMe gusta el final