DETERIORO DEL IDIOMA ESPAÑOL


En la última década se ha logrado evidenciar los distintos cambios que realizan los jóvenes al momento de escribir sin valorar su idioma. Hace más de 10 años los jóvenes hablaban con más de 800 palabras, hoy en día usan menos de la mitad. Este fenómeno se debe a que los jóvenes usan mucho las abreviaciones hasta el punto que abusan de ellas, por ejemplo: al escribir “Te Quiero” lo abrevian con un simple “TQ”. Esto es muy notable en las redes sociales en la cuales los jóvenes llegan a escribir sus propios nombres con abreviaturas o cambiando letras del mismo. Tristemente esta realidad no se puede evitar, a diario vemos la gran acogida que tiene la escritura y los jóvenes no se percatan de la importancia del idioma español. Este idioma es importante porque es el segundo más complicado de aprender y no solo por eso si no que, también es importante como idioma de negocios a nivel mundial. Se cree que esto es por influencia de los medios, pero también por la pobre educación que puede ser mostrada en la escuela; en el caso de la influencia uno puede observar los nombres de grandes almacenes o en anuncios que dan publicidad a un servicio o promocionan un producto. Esto implicaría que los niños también están expuestos a estos ejemplos y con el tiempo los estarán implementando de la misma manera. Algunos jóvenes dicen que escriben así porque se les facilita a la hora de escribir mensajes de texto, otros simplemente siguen una moda y otros simplemente por seguir la corriente de sus amigos. Este fenómeno ha llegado a tal punto que incluso se ha creado un diccionario con las distintas palabras que son usadas por los medios, ayudando al uso apropiado del idioma. Una de las maneras más directas de solucionar este problema es que se les enseñe a los jóvenes el uso correcto del idioma español y no solo en la escuela, los padres también tiene la responsabilidad de enseñarles a sus hijos la manera correcta de hablar y escribir ya que, a este paso, el idioma español podría quedar deteriorado de manera drástica.
Edición: Julio Lobo



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