SUERTE

Todo el que ha visitado Chiriquí, ha pasado alguna vez por el  Parque Cervantes, punto medio de esta ciudad.
Actualmente,  es un parque con  estructura romboide,  que sirve de decoración, aporte directo  de la arquitectura Feoclasica.

 En el viejo Parque Cervantes había populares bancas con propagandas políticas y frondosos árboles que daban cobijo a miles de aves que no hacían otra cosa que volar y bombardear a todo el que pasaba.

Godínez,  un muchacho escuálido que por mala suerte pasaba por el viejo parque, iba vestido con un elegante saco y corbata, ya que se dirigía a una prometedora entrevista de trabajo; sin embargo, cuando se encontraba solo a algunos pasos de cruzar el parque, sintió un suave impacto sobre su cabello, instintivamente levantó la mirada, sintió temor al ver el segundo proyectil de color blanco acercarse muy rápido, el blanco no era su cabeza sino, su elegante saco.
El impacto fue silencioso, la reacción de Godínez no fue así, empezó a gritarle  a la paloma que movía su cabeza hacia el frente como en son de burla incrementando la ira del ya enfurecido Godínez. Súbitamente, tomó una piedra de considerable tamaño que se encontraba en uno de los muchos maceteros del parque, la arrojó con todas sus fuerzas porque tenía la intención de derribar esa ave descarada. Gracias a su mala puntería, la piedra no se dirigió a la paloma sino al vidrio de un vehículo estacionado frente a un local, que para fortuna de Godínez, se encontraba ocupado por un hombre y la novia de Godínez.

El hombre salió del vehículo exigiéndole a gritos que pagara por el daño que había provocado.  Adentro del carro la mujer les pide que no peleen, instantes después, Godínez le dice a la mujer:
– ¿Por qué estas en un carro con otro hombre?
– Ya no te quiero Godínez, ¡No tienes carro ni empleo, eres un mal partido.  
El pobre hombre que había sido  víctima de la naturaleza, era también humillado por la persona que decía amarle. 
El hombre que acompañaba a la mujer se rió y de manera despectiva dijo:
 – ¡Qué nombre más ridículo! pero ni tu ridículo nombre te va a salvar de pagar mi vidrio. – Godínez, muy enojado respondió:
 – Estoy orgulloso de mi nombre.
Mientras se expresaba, tratando de salvar el poco orgullo que le quedaba, se acercó al dueño del carro con los puños cerrados y mirada amenazante.

EL hombre percatándose de la actitud desafiante de Godínez, le responde en son de burla:
 – Mi nombre es Edward, Edward Black y tu patético intento de intimidación no va a funcionar conmigo.
Empezó la pelea y Godínez que era escuálido se veía en desventaja.
Mientras tanto, la mujer llamó desesperadamente a unos policías que se encontraban por el área; la turba ansiosa por ser espectadores de una pelea callejera no se hizo esperar. La policía tuvo que reafirmar su autoridad para que los dejasen acercarse a los dos luchadores y fue el toletazo a la cabeza de Godínez lo que logró terminar la pelea callejera.
Ambos hombres fueron esposados y en medio de la vergüenza y abucheos por parte de los emocionados espectadores los subieron a la patrulla. Godínez pudo ver por la ventana como su ex novia agarraba un taxi para alejarse de ambos, pudo ver el vidrio roto que tendría que pagar, vio como su costoso y elegante saco había quedado roto en partes y al levantar la mirada observó volar libremente a la paloma que desencadenó lo que sería el peor día de la vida de Godínez.

Análisis del cuento

El personaje principal es: Godínez.

La tensión dramática se da entre: Un hombre contra otro hombre.

El tipo de diálogo que se maneja en el cuento es: Directo.

La voz narrativa está en: 1a. persona 

El punto de vista es del: Protagonista

La exposición del cuento se da en el: 4to y 5to párrafos.

El clímax del cuento: Cuando Godínez se dispone a pelear por su orgullo.

Autor: Aldrich Patiño

1 comentario:

  1. Morí con esta ilustración! Jajajajajajaja!
    Me recuerda a la correccion de ese jueves, junto con la profesora Zoribell! :D

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